23 años defendiendo el derecho a la salud de los saharauis
Antes de empezar mi experiencia como EU Aid Volunteer con Médicos del Mundo, me costaba explicar a familiares y amigos dónde exactamente iba a pasar los siguientes seis meses. Y es que, aunque la ONU considere a España como la potencia administradora legal, una gran parte de la población española no conoce lo que ocurrió en el Sáhara Occidental.
Hace ya 43 años que el pueblo saharaui, huyendo de la invasión militar marroquí, se refugió en lo que se conoce como la Hamada argelina, en la frontera con Marruecos, Mauritania y Sáhara Occidental. Este último, el Sáhara Occidental, sigue siendo considerado por la ONU como un territorio no autónomo pendiente de descolonización.
Y es así cómo es el sentir de varias personas saharauis que he conocido en este tiempo: pendientes, expectantes, esperando que algo ocurra y puedan por fin volver del exilio y recuperar sus tierras, a pastorear su ganado y pescar en su mar. Algunas, buscando una vida mejor, emigran para poder enviar algo de dinero a los campamentos apoyando así a sus familias.
Aquí, en los campamentos de refugiados saharauis que se encuentran cerca de la ciudad de Tinduf, en el medio del desierto argelino, las condiciones de vida son durísimas. La población saharaui depende de la solidaridad internacional, que cubre de forma insuficiente sus necesidades básicas.
En este complejo contexto trabaja Médicos del Mundo desde hace 23 años, defendiendo su derecho a la salud y acompañando a la población saharaui que resisten en el exilio. Me siento muy afortunada por poder estar aprendiendo en tantos aspectos, tanto del equipo de MdM como de los y las saharauis, que tratan de vivir con dignidad una situación tan compleja con un futuro tan incierto.
Artículo escrito por Cristina, EU Aid Volunteer en Sahara