Interculturalidad en el área rural: la importancia de escuchar las necesidades de la población beneficiaria
Por Beatriz Hortigüela, EUAV en Bolivia
Bolivia, ubicada en el corazón de Sudamérica y con una población de tan solo 11,67 millones, destaca de sus países vecinos por la enorme diversidad cultural que posee. Desde la cuenca del Amazonas hasta el Altiplano boliviano, coexisten 36 naciones y Pueblos Indígenas Originarios Campesinos (PIOC), cada uno con sus costumbres, tradiciones, lenguas y culturas propias. Este complejo contexto multicultural y pluriétnico hace que sea muy complicado atender de forma igualitaria las necesidades básicas de toda la población boliviana.
En el caso del área rural (32’7% de la población), estas dificultades se incrementan debido al difícil acceso que existe en muchas ocasiones y a las deficiencias sanitarias que poseen, es decir, la falta de acceso a saneamiento básico. Además, en el área rural es dónde se encuentra la población más vulnerable y generalmente más excluida, como son las mujeres y la población indígena.
Por ello, la labor de la cooperación y de las ONG se vuelve fundamental en países con un contexto tan complicado y diverso. Médicos del Mundo en Bolivia, a través de su principio de defender el derecho a la salud de todas las personas, consigue llegar a esa población vulnerable, contribuyendo a mejorar el ejercicio de su derecho a la salud.
No obstante, después de casi un año cooperando con Médicos del Mundo en Bolivia, como EU Aid Volunteer, he podido ver que la población indígena se enfrenta a diferentes problemas, conceptos de salud y enfermedades culturales (como el sobreparto o la enfermedad del susto), de los que estamos acostumbrados en el área urbana, y por lo tanto se deben atender de diferente manera.
He tenido la oportunidad de acercarme a la población beneficiaria -perteneciente a diferentes grupos étnicos-, hablar con ellos y ellas, y conocer sus demandas, necesidades e inquietudes. Gracias a este acercamiento he podido entender la importancia del concepto de interculturalidad, que al principio me sonaba tan extraño. He entendido que la cooperación no es llegar a una comunidad e imponer nuestra “voluntad” como ONG y ordenar a una población lo que debe hacer para mejorar. Gracias a esta experiencia de cooperación he comprobado que es muy importante escuchar las necesidades de la comunidad y crear procesos participativos para una toma de decisiones conjunta que respondan a esas necesidades.
Así, en el área rural el derecho a la salud no se puede conseguir sin una atención integral intercultural, es decir, hay que mostrar un respeto por la cultura o comunidad en la que se trabaja, escuchar sus necesidades y demandas, para así poder actuar de una forma adecuada. Hay que comprender que es fundamental escuchar y entender las diferencias culturales que existen, para llevar a cabo acciones de respuesta eficaces.
En la interculturalidad en salud se busca que se generen vínculos entre la Medicina Biomédica y la Medicina Tradicional– conjunto de prácticas, creencias y conocimientos sanitarios basados en el uso de plantas medicinales, terapias espirituales y técnicas manuales que buscan mejorar la salud-. Como ONG no pretendemos cambiar la medicina tradicional ni obligar a la población que lleva haciendo uso de estas prácticas desde tiempos ancestrales que dejen de hacerlo, ya que, esta forma de atención es la más valorada y utilizada por los Pueblos Indígenas Originarios. Sino que planteamos y fomentamos que se generen vínculos entre ambas medicinas. Que el médico tradicional reconozca sus limitaciones, y busque la ayuda del otro cuando la necesite para así evitar riesgos mortales en la o el paciente.