Sexo, entre mitos y risas
Me encuentro en el oriente boliviano, en una zona de pueblitos de tierra roja, horizontes verdes y aire caliente y húmedo. En esta región, se asentaron las misiones jesuíticas que promovieron la construcción de bellas iglesias talladas en madera.
Aquí, uno de mis cometidos es ayudar a hacer materiales comunicativos y educativos sobre salud sexual y reproductiva. Junto con la coordinadora del proyecto, decidimos que la mejor manera de empezar la labores acercarse a las comunidades a escuchar.
Separo a hombres y mujeres tratando de crear un espacio cómplice, aunque sé que, de todas formas, muchos temas no se tratan abiertamente ante el resto. Resulta sorprendente cómo la sexualidad, pese a su carácter universal, sigue siendo un tabú allá donde vaya. El pudor salta, como un resorte, en forma de risas.
El grupo de mujeres, poco a poco, se va lanzando. Entre varias me van haciendo saber que prefieren contar sus días a emplear métodos anticonceptivos porque éstos, dicen, las hacen engordar o les dan dolor de cabeza. Otras asienten. Anoto mentalmente que habrá que analizar cuánta realidad hay tras estas afirmaciones. También hablan del placer y de la violencia. Dicen (de nuevo) que a ésta, a la violencia, la han visto en la tele. Hablan de cómo han cambiado las cosas desde los tiempos de sus abuelas. Aseguran que ahora les hablan a sus hijas de sexualidad. Les explican que no es su deber tener relaciones con sus esposos, que solo deben tenerlas cuando ellas también tengan ganas. Sin embargo, más tarde, el grupo de adolescentes asegurará que solamente los profesores les hablan de sexualidad.
Por su parte, los hombres hablando cómo creen que las paternidades irresponsables son la causa de que haya aumentado la delincuencia en el país. También aseguran, como si fuese algo científicamente demostrado, que las mujeres que se hacen una ligadura de trompas siendo jóvenes “quedan frías o calientes” y ambas situaciones resultan problemáticas en la pareja y en la comunidad.
Se ríen, se divierten, comparten y me piden que regrese para seguir hablando del tema. Yo comparto sus risas y diversión, pero también observo cómo algunos mitos siguen operando de manera colectiva y es importante arrojar luz sobre ellos, con tacto, tratando de entender y aportando información.
Artículo escrito por Begoña Orozco, EU Aid Volunteer en Bolivia.